En este tipo de auditorías se evalúan los procesos operativos y administrativos para identificar posibles fallas, riesgos y oportunidades de mejora, analizando los siguientes aspectos:
- Seguridad en el trabajo: documentación que acredita el cumplimiento de las normas y la legislación, como los programas de riesgos, de salud, de protección personal y de capacitación para los trabajadores.
- Servicios blandos: limpieza, seguridad de la propiedad, recepción, suministro de alimentos y bebidas, jardinería y paisajismo, control de plagas y gestión de estacionamiento.
- Servicios duros: sistemas HVAC (calefacción, ventilación y aire acondicionado), iluminación, sistemas eléctricos y mecánicos, sistemas de seguridad contra incendios y mantenimiento de edificios.
¿Por qué realizar una auditoría de procesos?
- Mejora del desempeño: la auditoría busca identificar conformidades entre lo descrito en los procesos y lo que sucede en la práctica. Esto permite encontrar oportunidades de mejora y optimizar el desempeño de la organización.
- Identificación de riesgos y fallas: a través de la auditoría es posible identificar riesgos y fallas en los procesos, permitiendo adoptar medidas preventivas para evitar problemas futuros.
- Cumplimiento de estándares: la auditoría también verifica si la empresa está cumpliendo con los estándares establecidos, ya sea por ley o para asegurar que los procesos críticos funcionan perfectamente.
- Preservación del conocimiento: evita la pérdida de conocimiento por rotación de personal, asegurando la continuidad de los procesos.
Es importante que todas las oportunidades de mejora y no conformidades identificadas se registren en un informe y se aborden en planes de acción. De esa manera, se podrá mitigar riesgos potenciales o efectos indeseables y potenciar el negocio.