El crecimiento del Nodo Panamericana – General Paz como polo de desarrollo urbano es evidente a simple vista. Los edificios que se fueron construyendo en los últimos años lo convierten en el submercado de oficinas más pujante de la ciudad de Buenos Aires, condición que se confirma al observar las construcciones en curso y lo proyectado para el corto plazo.
Para tomar dimensión de este verdadero “Big Bang” del Nodo basta con saber que, de los aproximadamente 50.000 m2 de oficinas que existían en 2010, se llegará a unos 260.000 m2 en apenas dos años, cuando finalice la década. Este crecimiento explosivo no solamente cambió la fisonomía de la zona, sino que modificó también una cantidad de aspectos que son relevantes para quienes se dedican al negocio inmobiliario.
A diferencia de lo que sucede con el paisaje, esos aspectos no pueden observarse a simple vista. Por eso la necesidad de este informe que elaboraron en conjunto Cushman & Wakefield, empresa global de servicios inmobiliarios corporativos, y Oficina Urbana, estudio especializado en diseño y gestión de proyectos urbanos y arquitectónicos, y que se presentó ante la prensa durante un desayuno realizado en el edificio de la zona, Nodus Business District.
El trabajo se divide en tres grandes capítulos: Características, Sectores y Tendencias. En el primero se describen y analizan a fondo factores como su ubicación estratégica, la accesibilidad, la movilidad interna, los usos actuales y la disponibilidad para construir. De ese análisis se desprenden las ventajas comparativas que ofrece el Nodo Panamericana – General Paz respecto de otros submercados.
La situación que presenta la zona no es uniforme, razón por la cual se dividió en cuatro sectores para estudiarla mejor. De eso trata la segunda unidad temática de esta investigación: de explorar en detalle las particularidades de cada uno de los cuatro sectores que naturalmente derivan del cruce de las dos principales vías. Mientras dos de ellos lucen ya importantes torres y proyectos, un tercero está a la espera de modificaciones en la normativa para construir y el restante se perfila como un posible abastecedor de servicios para los otros tres.
El tercer capítulo apunta más hacia el futuro, para lo cual plantea una serie de propuestas y tendencias. Allí se examina el grado de densidad alcanzado y proyectado, y se exponen diversas iniciativas dirigidas al mejoramiento de la zona, como la implementación de senderos seguros o servicios de office transfer, además de la integración de los edificios de oficinas con el espacio público.
El estudio cuenta también la evolución que experimentó el lugar desde mediados de la década del 90, cuando el plan de obras encarado en el Acceso Norte constituyó el punto de partida para que las empresas comenzaran a instalarse, lentamente primero y a un ritmo cada vez más acelerado a medida que pasaban los años.
Herman Faigenbaum, Director General de Cushman & Wakefield Cono Sur, lo explica de este modo: “Se empezó a consolidar un centro que ofrece múltiples ventajas basadas en aspectos geográficos y de transporte, sumadas a una importante disponibilidad de espacio para seguir construyendo”.
“El cruce de Panamericana y General Paz se transformó en un Nodo urbano, único en su género. Por esa razón, se hace imprescindible conocer de manera detallada el panorama actual y las oportunidades que presenta a futuro”, agregó.
Por su parte, Roberto Converti, Director de Oficina Urbana, expresó: “Los cambios ocurridos hasta hoy serán, incluso, más trascendentes en el futuro, generando un ciclo permanente de radicación de actividades, favorecido por el protagonismo que han de adquirir a lo largo de la Avenida General Paz los nodos de intercambio”.
Según afirmó, el Nodo “conforma no solo un cruce vial, sino un territorio en continua transformación, constituyendo progresivamente uno de los puntos de centralidad principal de la metrópolis de Buenos Aires”.